Las etiquetas ecológicas son indicaciones o distintivos que identifican los productos o servicios que tienen un impacto ambiental reducido durante todo su ciclo de vida. La finalidad principal de las etiquetas ecológicas es asegurar una comunicación ambiental fiable entre empresas y consumidores para estimular una mejora continua del medio ambiente.

La mayoría de etiquetas ecológicas basan sus criterios de otorgamiento en el análisis del ciclo de vida de los productos y los servicios. El análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta que fija un marco de estudio de los productos y servicios desde su fase inicial hasta que éstos son depositados o reciclados. Así pues, el ACV ayuda a identificar, conocer y evaluar los impactos medioambientales de un producto o servicio en su ciclo de vida y, si el resultado de este análisis es favorable, se entrega la etiqueta ecológica. Algunos de los programas de etiquetado ecológico que incluyen los criterios del ACV en sus programas son, por ejemplo, la etiqueta ecológica europea o la etiqueta AENOR Medio Ambiente y Aenor Ecodiseño.

El ACV al que son sometidos los productos y servicios engloba su ciclo de vida completo, y éste consta de diversas fases:

  • Extracción de materias primas. Se analizan las acciones que se lleven a cabo directamente sobre el medio ambiente para adquirir materias primas y energía.
  • Producción, embalaje y distribución. Se estudian las actividades realizadas para procesar y convertir las materias primas y la energía extraída en un producto determinado (la contaminación emitida, los recursos empleados, etc.).
  • Uso y consumo. Seguimiento del consumo de energía y otros recursos durante la utilización del producto por parte del consumidor. Aquellos productos que estén diseñados de manera eficiente reducirán su impacto en el medio ambiente en la etapa de uso.
  • Final del ciclo vital y reciclaje. Cuando la vida en servicio del producto finaliza, éste puede ser reciclado o reutilizado o depositado. En el caso que el producto sea depositado, se estudia su impacto en el medio ambiente como residuo.

Ciclo de vida de un producto

Ilustración 1. Ciclo de vida de un producto. Fuente: National Institute of Standards and Technology’s Manufacturing Engineering

 

Para qué sirve una etiqueta ecológica

La demanda, cada vez mayor, de productos ecológicos por parte de los consumidores mueve a las empresas a elaborar productos con un impacto ambiental reducido y que, por lo tanto, requieren un menor consumo de energía en la fabricación, tienen un diseño ecoeficiente y son reciclables o reutilizables.

Con la etiqueta ecológica, los productos y servicios garantizan un impacto ambiental menor que otros productos de la misma tipología y, de esta forma, las empresas incorporan un valor añadido a su oferta porque proporcionan más información a los clientes. Además, los consumidores, por su parte, ganan poder de decisión en su compra, ya que tienen conocimiento de cuál es su intervención sobre el medio ambiente al adquirir un producto.

ecolabel

Etiqueta ecológica

Ilustraciones 2 y 3. La etiqueta ecológica europea (primer logotipo) y la etiqueta ecológica escandinava (segundo logotipo) son algunos de los ejemplos de etiquetas verdes que existen.

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