Características de las baterías de litio

La tecnología de litio, a diferencia de otras tecnologías de acumuladores, ofrece una alta densidad energética, ya que acumula mucha energía en poco espacio. Esta característica permite que las baterías de ion litio tengan dimensiones reducidas y un peso ligero, hecho que conlleva al replanteamiento del diseño de muchas de las máquinas que las contienen, incluso las carretillas.

El consumo energético de este tipo de baterías es bajo, ya que la tecnología de litio reduce las pérdidas de energía y, por tanto, su grado de rendimiento total es alto (87% de rendimiento total). Además, las baterías Li-Ion no necesitan ningún mantenimiento y las celdas de su interior están encapsuladas, de forma que no necesitan relleno de agua ni admiten un manejo incorrecto. Por otra parte, estos acumuladores tienen una vida útil larga, con un promedio de vida de 3.000 – 3.500 ciclos, que es muy superior a la de otros tipos de baterías (que tienen una duración media de 1.200 ciclos, por ejemplo). En cuanto a la carga, las baterías de iones de litio no requieren salas de carga específicas, por lo que es posible ganar mucho espacio en el almacén. Además admiten biberonaje, es decir, que se pueden llevar a cabo cargas parciales en cualquier momento sin tener que preocuparse del efecto memoria y la consecuente degradación que sufren las baterías de plomo-ácido. La carga de las baterías de iones de litio es rápida y efectiva, ya que éstas se cargan un 50% en 30 minutos y necesitan tan sólo 80 minutos para cargarse totalmente.

La seguridad de las baterías de litio también es un aspecto muy destacable, el Li-Ion es una tecnología con un alto grado de seguridad tanto para las personas que manipulan las baterías como para el medio ambiente. Se trata de baterías que están perfectamente coordinadas con el cargador y la carretilla para poder ofrecer soluciones óptimas de eficiencia, seguridad y comodidad. El BMS ofrece un control continuo de las células individuales de la batería y procede al apagado inmediato en caso de accidente o colisión. Por otro lado, las baterías de ion litio no emiten gases tóxicos ni ácidos que pueden ser perjudiciales para la salud de los operarios y para el medio ambiente, y con la baja necesidad de mantenimiento y la eliminación del cambio de batería (incluyendo las estaciones de carga y las instalaciones de cambio), los operarios no sólo ganan espacio en el almacén, sino que se reducen al mínimo los accidentes del personal durante los cambios de batería.

En cuanto a las emisiones de carbono, la batería Li-Ion consigue reducir el consumo de energía y las emisiones de gases a la vez que ahorra en costes. De esta forma, y en comparación con otros acumuladores de energía, las carretillas de ion litio son más sostenibles y reducen de forma considerable la huella de carbono. Además, la tecnología de litio es un acumulador de energía sumamente fiable que debe poseer la garantía CE del fabricante conforme el producto cumple todos los estándares de seguridad. En el caso de las carretillas elevadoras, el certificado CE comprende el sistema completo (carretilla y batería) y, por lo que respecta a las baterías de litio, la mejor manera de asegurar los estándares de seguridad es con el coherente desarrollo y fabricación de los componentes más importantes del acumulador de energía: la célula química y el circuito de protección BMS.

Debido a que la tecnología de litio está en una etapa incipiente de evolución, actualmente ésta no ofrece las mismas posibilidades que podrá presentar en un futuro. En cuanto se estandarice la fabricación industrial de las baterías de ion litio, los costes de las celdas de las baterías se verán reducidos y el precio de las baterías de litio disminuirá notablemente. Además, su alta densidad energética permitirá nuevos conceptos de carretillas en términos de dimensiones y ergonomía.

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